Todo comenzó como
un gran sueño difícil de alcanzar. Hugo y su acompañante pudieron hacerlo
realidad. Eso sí, la preparación y dedicación de cada uno de los detalles para
poder recorrer la ruta hacia la ciudad de
Santiago de Compostela (España) llevo bastante tiempo.
Tal camino lo
realizaron en bicicicleta en el mes de mayo del año 2012, donde se
fotografiaban cada uno de los rincones llenos de cultura, enseñanza y
naturaleza. Durante los trece días y sus 925 kilómetros recorridos, la travesía
se hacía cada vez mas enriquecedora, a pesar de la presencia del viento y la lluvia. A medida que se iba
avanzando se pudo observar tres elementos particulares: el cruceiro, la iglesia
y el castillo. Ellos en su conjunto son sinónimo de historia y arte.
Quizás, sin darse cuenta, estos dos
aventureros hicieron “turismo”: pedaliaron por muchos días, se hospedaron en
distintos albergues y consumieron las comidas típicas de la zona. Se
encontraron con otros peregrinos de todas partes del mundo, cada uno de ellos
le transmitían solidaridad y animo de poder alcanzar la meta final.
Como símbolo de la presencia de dos
argentinos se dejó debajo de una gran cruz de fierro, una piedra de Cabo
Vírgenes y otra sustraída de la Laguna Azul, además de la bandera argentina.
Todos marcando una huella de dos soñadores de la vida.
Esta experiencia
memorable es tan difícil de olvidar, ya que ha dejado un gran sentimiento de
pertenencia y valoración por la historia y por las personas que fueron al
encuentro en cada uno de los puntos geográficos.
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